El BMW 535i E34 de 1988

Hace poco recordamos la presentación en concesionario del BMW Serie 5 E34. Los asombrados fans de BMW que se encontraban in situ quedaron especialmente prendados del entonces modelo estrella BMW 535i. Por ello, nos gustaría ofrecer algunas impresiones más sobre la berlina de tres litros y medio para hombres de negocios.

 

Esta pieza de la tecnología automovilística se presentó al gran público en el Salón del Automóvil de Ginebra en la primavera de 1988. Potencia de 211 CV y 305 Nm a partir de 3.430 cm³. 1.525 kg elegantemente distribuidos en 4,72 m de longitud, 1,75 m de anchura y 1,41 m de altura. 235 km/h de velocidad máxima gracias a una carrocería aerodinámica. Desde parado hasta la velocidad máxima en carretera en sólo 7,7 segundos. Suave como la seda y potente tracción de seis cilindros con el sonido de la gran cilindrada y la superioridad.

 

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El mejor cuero de búfalo, los asientos regulables eléctricamente con función de memoria, el volante con airbag, la cortinilla trasera, el ordenador de a bordo, el climatizador automático, las llantas forjadas con neumáticos de perfil bajo, el Servotronic o el Control Automático de Estabilidad hacían que conducir el 535i fuera un placer incluso hace 22 años. El folleto de la época decía acertadamente: «El soberano del 6 cilindros en línea de BMW: el motor de 3,5 litros del 535i. 155 kW / 211 CV hablan por sí solos. Una entrega de potencia deportiva, una fuerza de arrastre superior: las generosas reservas son los puntos fuertes de este motor.»

 

La potencia del motor de seis cilindros con tecnología de escape por catalizador (excepto en los motores M), que desde hace tiempo es el motor de aspiración libre con mayor par motor, no es bruta, sino rotunda. Pero el 535i no es ni quiere ser un deportivo. No obstante, lleva consigo inconfundiblemente los genes deportivos en cuanto a sonido, entrega de potencia y prestaciones, pero lamentablemente también en cuanto a consumo de combustible.

 

El coche se cotizaba con 11 l a los 100 km, pero el consumo diario podía alcanzar rápidamente los 13 l y más. Sin embargo, debido a la baja relación de compresión, el motor sólo necesita el combustible más barato de 91 RON. No obstante, el gran depósito de 80 litros garantiza una autonomía suficiente de una parada a otra.

 

El Serie 5 E34 tenía el sistema de frenos más grande de su clase en aquel momento y su moderno chasis con montantes McPherson en la parte delantera y un eje trasero de precisión de brazo arrastrado también permitía un estilo de conducción deliberadamente deportivo. A ello contribuyó también el encargo del diferencial con un efecto de bloqueo del 25%. Con un par motor de más de 300 Nm, derrapar en carreteras mojadas no supone ningún problema para el conductor experimentado.

 

La configuración opcional de la suspensión deportiva, con un rebaje de 20 mm en el eje delantero y de 9 mm en el trasero, permitió optimizar aún más el manejo del antiguo buque insignia. Con esta configuración, los tiempos por vuelta en el Nordschleife son posibles en menos de 9,30 min – suponiendo, por supuesto, un muy buen conocedor de los aros al volante. La idea deportiva también queda confirmada por el volante deportivo de cuero de tres radios de serie con un diámetro de 385 mm y el pomo de la palanca de cambios de cuero.

 

El 535i era el único Serie 5 que montaba de serie llantas de aleación de radios cruzados y neumáticos de 225 mm de anchura. Para un precio básico de 62.000 DM, el equipamiento de serie era, no obstante, manejable. El mencionado aire acondicionado automático costaba 4.700 DM, el airbag 2.320 DM o el Control Automático de Estabilidad, precursor del actual Control Dinámico de Estabilidad, 1.980 DM. Hoy en día, estas características se dan por sentadas, pero a finales de los 80 había que pagarlas muy caras.

 

Para los dos grandes motores de seis cilindros, BMW había diseñado ahora un elaborado volante bimasa que acentúa aún más las finas maneras en la conducción diaria. No se producen sacudidas ni rebotes al arrancar, ni elasticidades en los cambios de carga que pongan en duda la solidez de la transmisión.

 

Por cierto, el motor, denominado M30, ya estaba en servicio en su forma básica desde hacía casi dos décadas en 1988 y representa su última fase de desarrollo en el 535i. El predecesor 535i de la generación E28 con tecnología de convertidor catalítico, por ejemplo, sólo producía 185 CV y 290 Nm en lugar de 211 CV y 305 Nm con idéntica cilindrada. A diferencia del modelo más pequeño de seis cilindros en línea, el M20, las válvulas del M30 se accionaban mediante una única cadena de distribución. No obstante, también había que prestar atención al accionamiento por cadena a mayor kilometraje. Asimismo, las válvulas del M30 deben ajustarse en el taller cada 20 tkm. No obstante, los M30B35 bien mantenidos pueden ser auténticos corredores de resistencia y deleitar con su motor de turbina en marcha durante mucho tiempo.

 

Lo mismo ocurre con la caja de cambios manual, que deleita con cambios de marcha fáciles y precisos. En comparación con los modelos actuales de BMW, se notan los cambios de marcha algo largos. Cuando en 1992 se introdujo en la Serie 5 el nuevo motor V8 con tecnología de cuatro válvulas, el M30 desapareció por completo de la gama. El V8 del 530i, 7 CV más potente pero con un par algo inferior, es igual de rápido sobre el papel, pero el carácter de búfalo del M30 es cosa del pasado. La velocidad en lugar del par motor está ahora a la orden del día.

 

Sólo Alpina continuó ofreciendo el M30 biturbo de desarrollo propio en el B10 Bi-Turbo durante unos años más, hasta que la serie E34 dejó de fabricarse. Entre enero de 1988 y agosto de 1992 se fabricaron un total de 96.311 ejemplares del BMW 535i E34, ofrecido exclusivamente como berlina. Un total de 1.331.056 BMW Serie 5 E34 salieron de la línea de producción. Los que tuvieron o aún tienen uno pueden considerarse afortunados, preferiblemente el equilibrado «Souverän».